Colección Primavera-Verano

La colección Castagnino+macro es -o puede ser- muchas a la vez y desde distintos ángulos, puntos de vista, marcos de referencia y -por qué no- gustos.

Desde hace algún tiempo el equipo curatorial Castagnino+macro ha captado esta posibilidad y ha trabajado en consecuencia desde lugares y áreas diversas: por supuesto desde la investigación pero también desde los programas educativos e -incluso- desde la conservación, área que -inevitablemente- ha tenido que repensarse a partir de la aparición del macro, dibiendo asumir -antes que cualquier decisión respecto de la obra- una reflexión sobre sí misma y la posibilidad y el deseo de conservar, en relación a la gran mayoría de las obras de arte contemporáneo.

Estamos celebrando el cuarto cumpleaños del macro y hemos decidido hacer un breve recorte del patrimonio del museo partiendo de un concepto que podríamos llamar climático.

Aunque.

En verdad, esta noción -sin dudas marcada por y nacida de las diferencias climáticas- se vincula también al mundo de la moda y los diseñadores con sus colecciones.

No casualmente.

Muchas veces no se sabe delimitar con certeza cuánto hay de “moda” en el mundo del arte y si esa interpenetración es o no deseable para el campo.

En tiempos de recalentamiento planetario, pérdida de la capa de ozono, la posibilidad del efecto invernadero, la primavera y el verano son esa época del año en que se puede disfrutar de una cerveza bien fría al aire libre, la pileta, el río o el mar (según los casos) y también padecer las temperaturas y humedades extremas teniendo que andar las calles del centro de la ciudad por razones de trabajo.

Por eso.

Roberto Echen
Octubre de 2008