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Del 16.11.09 al 22.12.09

Mena, Juan de Dios... y del diablo

Mena, Juan De Dios

Tallas en madera que muestran la faceta grotesca y nativista hasta la evolución de su técnica que hace que sus obras resulten decididamente contemporáneas: cristos gauchos, personajes del mundo rural; tipos sociales urbanos; espiritualidad y costumbres criollas.

 

Curada por Marcelo Gustin y Gustavo Insaurralde, la exposición presenta un aspecto diferente de la escultura argentina a través de la obra de Juan de Dios Mena (1897-1954). La faceta grotesca y nativista y las creaciones que acompañaron la evolución de su técnica hacen que las producciones de este tallador autodidacta resulten decididamente contemporáneas.

Nadie en la Argentina había afrontado el tratamiento artístico de los tipos humanos de las capas populares que inspiraron al artista. Mena realizó una obra de tallista única en nuestro medio. La audacia de las deformaciones expresivas con que trataba sus figuras, en procura de la acentuación de sus caracteres formales, lo aproxima  -a veces- a una visión caricaturesca. 

“Sus imágenes importan no sólo por lo que representan, una tipología costumbrista graciosamente caracterizada, sino también, lo que es más importante, por sus valores plásticos que superan el popular y gracioso pintoresquismo temático que las sustenta”.

Organiza: Instituto de Cultura, Provincia del Chaco y Fundación El Fogón de los Arrieros.


Marcelo Gustin: Arquitecto. Vicepresidente de la Fundación El Fogón de los Arrieros. Desde hace años investiga, escribe y publica sobre la obra de Juan de Dios Mena.

Gustavo Insaurralde: Crítico de arte y curador independiente. Columnista de “Arte al Día”. Presenta y prologa artistas del nordeste. Gestor cultural para el Instituto de Cultura del Chaco.

   

 

Introducción

La exposición muestra una faceta diferente de la escultura argentina a través de la obra de Juan de Dios Mena, desde la faceta grotesca y nativista hasta la evolución de su técnica que hace que sus obras resulten decididamente contemporáneas.

La exposición pretende hacer una recorrida por los diferentes temas y tipologías que abordó Juan de Dios Mena en su producción y que reflejan su pensamiento: Cristos gauchos, personajes del mundo rural; tipos sociales urbanos; espiritualidad y costumbres criollas.

Las tallas provienen de colecciones particulares de Chaco y especialmente de El Fogón de los Arrieros. 


 

Juan de Dios Mena

Nació en Puerto Gaboto (Santa Fe, 1897) y chaqueño por adopción, comenzó a tallar hacia 1932 sin más conocimientos que su propia intuición. Cuatro años después, radicado ya en Resistencia, se integró al incipiente grupo de intelectuales y artistas de una sociedad en gestación. Apoyado por sus amigos, comenzó a esculpir una serie de personajes del mundo rural y de pequeños poblados del interior. Sus obras comenzaron a presentarse en muestras en Capital Federal y en distintas ciudades del interior del país. Participó de las principales instituciones artístico-culturales del Chaco como el Ateneo del Chaco y en especial “El Fogón de los Arrieros”, donde residió hasta su muerte y hoy se encuentra la principal colección del artista.

Juan de Dios Mena falleció  en el Hospital Británico de Rosario el 4 de abril de 1954.

Representó al Chaco en distintas exposiciones y ferias y las exposiciones de sus tallas continuaron después de su muerte, destacándose la muestra itinerante realizada durante 1962 en Nueva York, Londres, Roma, Madrid, Frankfurt, Amsterdam y París y que contó con el auspicio conjunto del Fondo Nacional de las Artes, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, los gobiernos de Chaco y Santa Fe y la empresa Aerolíneas Argentinas. 
 


 
Piso 4

“Cristo abstracto”
Madera policromada, curupí,  38 x 53 x 9 cm.
Colección Fundación “El Fogón de los Arrieros”. 


“Jesucristo rojo”
Madera policromada, curupí, 37 x 54 x 10 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Monjita”
Madera policromada, curupí  y tela, 29 x 14 x 14 cm.
Colección Arq. Marcelo Gustin  


“Cristo de viaje”
Madera policromada, curupí, 8 x 6 x 2 cm.
Colección Arq. Marcelo Gustin  


“Cristo”
Madera policromada, curupí, 8 x 6 x 2 cm.
Colección Veldis Schanton  


“Cristo”
Madera policromada, curupí, 8 x 6 x 2 cm.
Colección Ana María Donnet 


“Sacerdote campesino”
Madera policromada, curupí, 29 x 9 x 9 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Cura gaucho”
Madera policromada, curupí, 46 x 10 x 11 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Ruego”
Madera policromada, curupí, 30 x 20 x 24 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Tristeza”
Madera policromada, curupí, 26 x 16 x 16 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 




Piso 5

“Peón”
Madera policromada, curupí, 30 x 15 x 14 cm.
Colección Donnet - Boglietti. 


“Patos”
Madera policromada, curupí, 23 x 17 x 23 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Hombre con guitarra”
Madera policromada, curupí, 34 x 18 x 16 cm.
Colección Donnet - Boglietti. 


“Doma”
Madera policromada, curupí, 30 x 14 x 20 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Centauro”
Madera policromada, curupí, 27 x 12 x 22 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Obrero”
Madera policromada, curupí,  28 x 13 x 16 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Hachero”
Madera policromada, curupí, 26 x 16 x 20 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Federal”
Madera policromada, curupí, 39 x 10 x 16 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Pulpera”
Madera policromada, curupí, 31 x 16 x 11 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“El acordeonista”
Madera policromada, curupí, 23 x 17 x 23 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 




Piso 6

“Silencio”
Madera policromada, curupí, 23 x 17 x 23 cm.
Colección Susana Boglietti. 


“Sapito”
Madera policromada, curupí, 23 x 17 x 23 cm.
Colección Susana Boglietti. 


“Cuando canto”
Madera policromada, curupí, 23 x 17 x 23 cm.
Colección Mireya Capozzolo  


“Olvidando penas”
Madera policromada, curupí,  24 x 16 x 21 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 


“Jaja”
Madera policromada, curupí, 24 x 18 x 19 cm.
Colección Donnet - Boglietti. 


“Larguía”
Madera policromada, curupí,  39 x 10 x 10 cm.
Colección Arq. Marcelo Gustin. 


“Vieja desdentada”
Madera policromada, curupí,  19 x 11 x 12 cm.
Colección Arq. Marcelo Gustin. 


“Indio”
Madera policromada, curupí, 23 x 17 x 23 cm.
Colección Fernando Varela. 


“Bailanta”
Madera policromada, curupí, 29 x 23 x 23 cm.
Colección Fundación  “El Fogón de los Arrieros”. 






TEXTOS


La ardua galería de figuras emblemáticas que esculpió Mena -el indio, el tape, el policía, el milonguero, el triste y el jocoso- quedará para siempre como muestra de su apasionada observación del paisaje humano de esta tierra feroz que llamamos Chaco.

Mempo Giardinelli

“Mena”. Ed. El Ateneo. 2005  
 

 
“La obra de Juan Dios Mena se encuentra en el cruce de los caminos de las artes plásticas y de la poesía, y entre ambas expresiones creadoras, un mismo espíritu de necesidades esenciales teje una trama, un amplísimo telar, del cual faltan todavía reunir hilados dispersos o simplemente perdidos”.

Alfredo Veiravé

“Juan de Dios Mena”. Ed. Paralelo 32. 1983 



“No es fácil ubicar a un artista como nuestro tallista chaqueño Mena; su obra oscila entre el así llamado arte folklórico y esa categoría superior de la estética que se conoce con el nombre de arte clásico.
Por lo general todo el arte clásico tiene su raíz en lo popular; podría ejemplificar con la música de Bartok, la novela de Cervantes o nuestro “Martín Fierro”.
El artista clásico no es sino aquel que partiendo de la autenticidad inmediata del medio, tamiza a través de su genio esa savia que le viene de lo más profundo del inconsciente colectivo hasta llevarla al plano de la supraconciencia colectiva.
Mena, en sus últimas obras llega a superar, en el sentido que vengo de anotar, el encanto de su gracia popular introduciéndose en la categoría de lo clásico”.

Rafael Squirru
 



“Sus imágenes importan no sólo por lo que representan, una tipología costumbrista graciosamente caracterizada, sino también, lo que es mas importante, por sus valores plásticos que superan el popular y gracioso pintoresquismo temático que las sustenta.
A la manera de un Molina Campos, desarrolla con buen humor y con ironía una figuración de perfiles caricaturescos, que asombra por la agudeza que pone de relieve; pero que asombra más aún por su modo personalísimo de representar a los personajes característicos de nuestro país, el gaucho, el indio y el negro.”

Aldo Galli