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Del 08.07.11 al 30.08.11

Células

Daniel Sánchez

- Sánchez, Daniel

Células es una obra interactiva, una búsqueda de un sistema funcionalmente orgánico a partir de la utilización de múltiples emisores, sensores, controladores y diversos dispositivos.

Foto de sala
Foto de sala


Naturaleza, tecnología e interacción

Los románticos alemanes señalaban que si en algo se parecía el arte a la naturaleza era en la capacidad de generarse a sí mismo, a la posibilidad de darse sus propias determinaciones para el desarrollo formal de la obra. Este parecer solicitaba la reprobación de una espacialidad generada por la modernidad: la de la técnica.

Lo cierto es que paulatinamente, ciencia, arte y tecnología han configurado un ámbito de intersección que ha logrado dinamizar la producción estética, en especial a partir de los años ’60.
Es así que el arte contemporáneo, a partir de una irrestricta incorporación de técnicas y materiales, ha integrado no sólo numerosos dispositivos tecnológicos para el desarrollo de las obras, sino, además, ha permitido el ingreso, como materia estética disponible, a una materia viva tecnificada, ya sea en sus vertientes biotecnológicas o a partir de la creación de ciertos parámetros vitales radicados en el dispositivo tecnológico (la inteligencia artificial es el paradigma extremo de esta última línea productiva).

En Células, Daniel Sánchez propone un despliegue en donde, a partir de una materialidad tecnológica y un dispositivo de base digital, aquello que constituye la mínima expresión del organismo vivo adquiere ciertas resonancias estéticas signadas por la interactividad.
A mediados del siglo XX el filósofo francés Gilbert Simondon abogaba por un tipo de objeto técnico que abandonara la automatización como norma de estructuración de sus acciones. Si la máquina automatizada se comportaba en forma autista, repitiendo seriadamente unas acciones preestablecidas, el futuro esperable abriría la posibilidad de interacción de aquella con su entorno para un posterior aprendizaje de la misma. Quizás la idea de programa no desplace totalmente a la de automatización pero produzca tal cantidad de posibilidades combinatorias que la sensación del usuario sea la de estar siempre ante un hecho inédito, aunque, paradójicamente, siempre contenido virtualmente dentro del aquel.

Algo de ello está presente en la obra de Sánchez, en tanto la célula parece reaccionar ante una serie de estímulos producidos por el espectador, cuya captación a partir de sensores, permiten un intenso despliegue cromático y sonoro.

La obra se funda, entonces, en esa posibilidad de apertura, de diálogo entre el objeto tecno-estético con el espectador, el cual deja de ser tal, para convertirse en usuario o, como gusta decir Edmond Couchot, en interactor.

De alguna manera la inversión del dictum romántico se ha producido: ciencia, tecnología, arte y naturaleza son territorios que desdibujan sus fronteras para permitir la emergencia de una nueva obra.

Jorge Zuzulich, invierno de 2011

 

 

“Células es una obra interactiva, una búsqueda de un sistema funcionalmente orgánico a partir de la utilización de múltiples emisores, sensores, controladores y diversos dispositivos.
La puesta visual plantea una formación celular orgánica que pudo ser hallada en ese sitio y cercada, dado su carácter desconocido. Me propongo explorar los sucesos inesperados de tipo orgánico que produce la interrelación de gran cantidad de diversos dispositivos aplicando el concepto de multiplicidad de pequeñas estructuras, para obtener reacciones y comportamientos cercanos a organismos, generando experiencias lúdicas, sensoriales y emocionales en las personas que interactúan con las obras”.

 


Daniel Sánchez es Técnico Electrónico, con estudios en Ingeniería Electrónica y Computador Científico. Desarrolla sistemas basados en microprocesadores para medición y control en agricultura e industria.
Paralelamente, realiza estudios en teatro, música, danza, pintura y expresión corporal.
Orienta sus conocimientos de electrónica y física, como sólido sustento tecnológico, hacia las expresiones artísticas, desarrollando instrumentos no convencionales (DSUMI), controladores MIDI, obras y espacios interactivos, como el que realiza en el Teatro Colón. Participa en diversas muestras y eventos, como los Campamentos Digitales de Rosario y Santa Fe.Recibe en 2009 un premio “INNOVAR” otorgado en el Centro Cultural Borges.