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El tema de la obra firmada por Bridgman que perteneció a la coleccionista María Antonia Astengo es característico de la época posterior a 1880 y refiere a una vista de Argelia. Los viajes realizados por el artista al norte de África en 1872 y posteriormente en 1885 y la instalación de su taller en la ciudad antigua le permitieron vivenciar y asimilar las costumbres argelinas y la diversidad cultural de su comunidad, integrada por musulmanes, judíos, franceses y británicos, entre otros. Los diferentes aspectos de la vida y la intimidad de los pueblos, sus hábitos, comportamientos, la vestimenta, la atmósfera de las ciudades, la celebración de la religión, las leyendas y los paisajes, inspiraron su producción artística no sólo en los períodos en los que residió allí sino también a su regreso a Francia, basándose en la cantidad de bocetos y croquis realizados in situ.

El paisaje que nos ocupa revela la visión de la naturaleza que él mismo narra en A winter in Algiers, publicado en The Harper’s Magazine en 1888. “[…]Twisted fig trees with pale gray trunk and branches, aged cypresses, great swaying olives, pines moaning when fretted by the lightest wind of heaven (but they are here so surrounded by sunlight and flowers that their mournful influence must be subordinate), almond trees, large leaved vines, malachite aloes growing out of red earth, and forming impenetrable hedges on each side of steep and stony paths-these are the most growths of this soil.[…]” . Sin descuidar cada detalle que afirma su intención descriptiva, la luz es un principio protagonista de la tela. Bridgman adopta una pincelada mas suelta y una paleta clara, de colores puros, que sostiene el tono naturalista de a la obra. El primer plano de la composición lo ocupa un caballo blanco, sobre cuyo lomo el artista realiza un cuidado estudio de blancos de color. En los planos posteriores, se observa un pueblo blanco y un grupo de personas con vestimentas árabes.

Considerado uno de los pintores americanos mas identificados con la pintura orientalista, su obra ofrece una mirada complaciente de la exótica vida islámica contemporánea.




Bridgman, Frederick Arthur

Alabama, EEUU, 1847
Lyons-la- Forêt, Francia, 1928

El pintor americano Frederick Arthur Bridgman nació en Alabama, pero pronto su familia se radicó en Nueva York. Se inició como dibujante trabajando en 1863 en la American Bank Note Company; luego tomó clases en la Brooklyn Art Association y en la National Academy of Design. En 1966 viajó becado a Francia, ingresó a la Escuela de Bellas Artes y asistió al taller de Jean Leon Gérome. Durante los veranos, se instaló junto a la comunidad de pintores americanos liderados por Robert Wylie (1839-1877) en Pont Aven, donde encontraba inspiración para su estilo de trabajo. En 1868 participó por primera vez del Salón de Paris con Jeu Breton y lo hará sin interrupción hasta fines de la década del 80, con éxito de público y ventas, realizadas a través de Goupil, el suegro de Gérome.

En el invierno de 1872 comenzó un viaje por España y el norte de Africa, visitando Tanger y Algeria. Este viaje fue decisivo en un cambio de estilo y color en su pintura. Instalado en la ciudad de Biskra, en Algeria -colonia francesa entre 1830 y 1962- exploró la idiosincrasia local, las particularidades de las comunidades cercanas y su diversidad cultural, logrando transmitir en sus pinturas el color local de la vida cotidiana musulmana. Volvió a Paris con un importante número de pinturas, dibujos y grabados realizados durante su estadía y una colección de trajes, objetos de arte y piezas de arqueología que conservó en su taller e incrementó en los sucesivos viajes al Magreb. En 1873 viajó a El Cairo, Egipto, y recorrió las ruinas de monumentos antiguos, incluso Abu Simbel, que plasmó en cantidad de bocetos. Los estudios del templo de Dendur, se encuentran en el Metropolitan Museum de Nueva York.

De regreso en Paris, comenzó a pintar ambiciosas escenas reconstruyendo la antigua vida en Egipto, como The Mummy´s Funeral, exhibida en el Salón de Paris de 1877 y adquirida por James Gordon Bennett, propietario del New York Herald. En 1881 realizó una exposición en la American Art Gallery de más de 300 obras y fue elegido miembro de la National Academy of Design.

En 1885-1886 volvió a Argelia y retomó sus temas favoritos. Montó su taller en el Casbah, lo que le permitió retomar sus temas favoritos, relacionados con la vida cotidiana y popular argelina. Las crónicas de su estadía fueron publicadas con ilustraciones en Harper's Monthly Magazine en 1888, y en Winters in Algiers, que incluye sus viajes anteriores y reproducciones de dibujos, pinturas y grabados.

Participó de la Exposición Universal de Paris en 1889 con 5 obras. En 1890, realizó una exhibición con más de 400 pinturas en la Fifth Avenue Gallerie de Nueva York y cuando ésta se mostró en Chicago en el Art Institute en el mismo año, ya había vendido mas de cien telas.

En la década del 90 retomó el simbolismo y la pintura de retratos, temas históricos y bíblicos, de clara filiación con la obra de su maestro Gérome. En 1907 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor.

Luego de la primera guerra mundial se retiró de Paris a Lyons-la- Forêt en Normandía donde continuó pintando hasta su muerte en 1828.