Colección Castagnino+macro




Kosice, Gyula

Kosice, Eslovenia, 1924
Buenos Aires, 25 de mayo de 2016

Artista, teórico y escritor. Su trayectoria resulta referencial en el estudio sobre el desarrollo del arte geométrico en la Argentina, en la década del 40. Arte, ciencia y tecnología se conjugan a lo largo de toda su producción tanto estética como escrita, a través del uso de elementos como la luz, el agua y el movimiento.

Nació en una comunidad húngara, en Kosice. Ciudad de la entonces Checoslovaquia, actualmente Eslovenia. Con cuatro años de edad, en 1928 llegó a Argentina con sus padres y hermanos. Esa odisea marítima —el agua— signó proyectos paradigmáticos tanto en su trayectoria estética como su labor de escritor. Pasión esta última que, como intensivo lector, comenzó de pequeño en aquellas visitas a bibliotecas populares, donde descubrió los inventos de Leonardo Da Vinci, entre otros.

Estudió dibujo y modelado en academias libres pero fue en las tertulias de los café porteños a las que concurrió de adolescente donde conoció el constructivismo, la Bauhaus, las vanguardias europeas de la mano de artistas, literatos y pensadores que allí se reunían para intercambiar y debatir ideas sobre arte y letras.

En el marco de las indagaciones del arte no figurativo, Kosice realizó pinturas y dibujos y en 1944 creó una escultura articulada y móvil con participación del espectador. La primera de América Latina: Röyi. Ese mismo año —junto a C. Arden Quin, R. Rothfuss, y E. Bayley— Kosice fue fundador y editor de Arturo. Revista cuyo único número lanzado en 1944 originó la apertura de una de las etapas más intensas y activas de la historia del arte no figurativo en Latinoamérica. Su nombre fue sugerido por Gyula y alude a una de las estrellas más luminosas del universo.

De esta formación surgió en 1945 el Movimiento Arte Concreto Invención, realizando dos presentaciones en la casa del psicoanalista Pichón Rivière y de la fotógrafa Grete Stern, respectivamente, para luego conformar dos grupos iniciales en 1946. Uno de ellos, Madí, integrado por Arden Quin, Rothfuss, M. Blaszko y Kosice. Este último escribió su manifiesto, ponderando allí la libre creación, un arte sin ataduras.

El perfil multidisciplinar e irónico de esta formación, sus acciones y declaraciones, llevaron a vincularlo con el dadaísmo y sus estrategias.En tanto producción, Madí empleó un amplio espectro de recursos provenientes de distintas tendencias europeas como el constructivismo y el suprematismo. Se adjudicó la invención del marco recortado y de las construcciones lúdicas articuladas con las que exaltó el movimiento, intentando borrar con ello tanto el límite entre pintura y escultura como la solidez y estaticidad de esas disciplinas.

Por fuera de las acciones grupales, en 1947 Kosice concretó su primera exposición individual en Galerías Pacífico de Buenos Aires e inició una etapa de experimentación con estructuras lumínicas, convirtiéndose en el primer artista en utilizar gas neón en una obra. También con sus compañeros lanzó el primer número de la revista Arte Madí Universal (que tuvo ocho números hasta 1954).

Aunque la agrupación ya se había disuelto, en 1948 Argentina fue invitada de honor en el salón Réalités Nouvelles de París, donde Madí se consagró internacionalmente. Allí Kosice presentó su proyecto de Ciudad Hidroespacial cuyo antecedente puede fijarse en el texto “El hombre no ha de terminar en la tierra”, publicado en Arturo.

Desde entonces, frente al crecimiento demográfico, Gyula se interrogó sobre el futuro urbanístico de la humanidad, comenzado a maquetar con sobrantes de acrílico de otras estructuras exploratorias, hábitats suspendidos a más de cien metros sobre el nivel del mar, a partir de la energía contenida en el agua. De esta manera creó esculturas hidrocinéticas, introduciendo el agua en movimiento como elemento esencial de sus obras.

Este fue el inicio del proyecto Ciudad Hidorespacial. Un poético proyecto urbano que, mediante la combinación de ciencia y tecnología intentó superar ciertas premisas de la arquitectura moderna,cuya primera exposición formal tendrá lugar veinte años más tarde.

En el primer lustro de la década del 50 publica sus primeros libros: Golse-se (poesía, 1952), Peso y Medida de Alberto Hidalgo (ensayo, 1953), y Antología Madí (antología poética, 1955). Durante 1957 y 1963, con patrocinio del gobierno francés, recorrió gran parte de Europa y Estados Unidos, realizando diversas exposiciones, gracias. Ofició de curador en la VI Bienal de San Pablo 1961 y en la XXXI Bienal de Venecia 1962, donde A. Berni se consagraría, obteniendo el Primer Premio de Grabado y Dibujo.

Para entonces Kosice ha triunfado internacionalmente y es reconocido en Argentina, obteniendo: Primer Premio Nacional de Escultura del Instituto Di Tella de Artes 1962, Premio adquisición del Museo Nacional de Bellas Artes 1966, Premio a la mejor producción del Fondo Nacional de las Artes 1970, Primer Premio Hidronor, 1972. Entretanto, Continuó indagando nuevos materiales y tecnologías y llevó a cabo tres publicaciones donde dejó asentado su posición estética: Arte Hidrocinético (1968), La Ciudad Hidroespacial (1972) y Arte y arquitectura del agua (1974).

A lo largo de la década del 80 Kosice comenzó a trabajar la escala monumental en sus obras, siendo emplazadas en distintas ciudades de todo el mundo y en los 90 dio inició otra etapa de experimentación con las nuevas tecnologías digitales. Para entonces, en 1989 fue declarado por el Gobierno de Francia como Caballero de las Artes y las Letras y en 1991, el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires lo homenajeó con una exposición retrospectiva. Fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes en 1995 y nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aiers, en 1997. Entre otros reconocimientos estéticos y literarios, cabe destacar: Premio Konex de Platino y Premio Asociación de Críticos de Arte ,1982; Premio Pen Club Internacional, 1983; Premio Sociedad Argentina de Artistas Plásticos, 1984; Premio Asociación de Artistas Escultores y Eudeba, 1988. Mientras tanto, también en dichas décadas publicó Arte Madí (1982), Obra poética (1984), Entrevisiones (1985), Teoría sobre el arte (1987). Kosice (junto a R. Squirru, 1990) y Arte y filosofía porvenirista (1996).

En 2004 Kosice transformó su taller en museo para poder resguardar y exponer su prolífera producción. Con la galería Objeto-à, lanzó la Bienal Kosice a fin de promover y premiar a aquellos jóvenes artistas cuyos trabajos articularan ciertas premisas por él indagadas: ciencia, movimiento, agua, tecnología. Su espíritu inquieto lo llevó a utilizar luces led en sus obras en 2007. En 2010 publicó autobiografía y se editó su último libro 500 lugares para vivir. Compendio de las descripciones poéticas de los hábitats hidroespciales. En 2011 incorporó el sonido en sus producciones y llevó a cabo su primera pieza realizada únicamente con aire. Fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Kosice. Recibió un homenaje de la Ministra de Cultura de la Nación por su obra Cilindro Luminoso, expuesta en el Centro Cultural Kirchner (2015).

Su obra que integra colecciones públicas y privadas de Argentina y el exterior, ha sido exhibida en Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Venezuela, Perú, España, Francia, Bélgica, Italia, Inglaterra, Eslovaquia, Israel, Corea, Japón, Estados Unidos.




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