Colección Castagnino+macro

Parados en aquellos conceptos vinculados a a la guerrilla de la comunicación, Cateaters llevó adelante Pinche. Empalme justo (PEJ), proyecto paradigmático. Una obra de carácter procesual que surge en 2003, en un momento donde la crisis político-económica de Argentina, que había estallado en 2001, continuaba dejando sus saldos en la sociedad.

En ese contexto, la propuesta pretendió dar visibilidad a una de las prácticas más habituales de consumo por aquel entonces: “colgarse del cable”.

En el espacio virtual, con el formato de página web, Cateaters creó la empresa ficticia PEJ que, bajo el lema “enganchate a compartir”, se presentó como la primera empresa de TV por cable, 100% gratuita y autosustentable del país. Con ironía y a partir del uso de la retorica del márketing, se estructuró el simulacro de un discurso empresarial, el diseño de un logo y un conjunto de imágenes que funcionaron como modelo para la autoinstalación. Elementos que, estratégicamente, operaron en la promoción de un servicio que nunca fue ofrecido realmente como tal y por lo tanto, sin beneficios económicos para esta empresa apócrifa.

Un stand en la vía pública, promotores, flyers y ciertas piezas gráficas conformaron la puesta que alimentó la existencia de la misma que, en el marco de la Primera Semana del Arte en Rosario de 2005, alertó a las autoridades de la empresa de televisión por cable Multicanal S. A., cuya demanda por “instigación al delito” significó el cese de PEJ.

El juicio se extendió a lo largo de cuatro años y en 2009 una apelación dejó el fallo judicial sin efecto, comprendiendo la Justicia que hacer arte no es delito.

 

 




Cateaters

Rosario, provincia de Santa Fe, 2003
Rosario, 2005

Cateaters –“come gatos” en su traducción al español , expresión popular local– es el nombre de fantasía que adoptó el grupo(1) que llevó adelante Pinche Empalme Justo (PEJ), proyecto surgido en el Taller de Guerrilla de la Comunicación. (*) Conformado en 2002, en Rosario, por gente proveniente de la arquitectura, las artes visuales, la comunicación, la ingeniería electrónica y por aquellas personas con experiencia en intervenciones urbanas.

Funcionó en la sede Planeta X, surgió entonces con el objetivo de reunir e intercambiar información sobre dicha práctica en la ciudad. Por ende, más que como grupo, operó como un espacio de lectura, ensayo y acción, dedicado a la investigación y a la producción teórico-práctica. A cada idea allí surgida le correspondió un equipo de trabajo armado para la ocasión, donde no necesariamente, los integrantes tenían el mismo grado de participación.

Bajo la premisa “mínimos recursos, máxima visibilidad”, desde su nacimiento hasta 2006, año del último proyecto, el taller desarrolló las siguientes propuestas, en diversas ciudades del país junto con diferentes grupos y activistas culturales: Cartera Yomango, Yomango, Rosario y Piqueteway, Rosario-Buenos Aires (2002), Ingobernables, Photo Session y Jornada Copyleft, Rosario (2005), Grupo Bristol, Cumbre de las Américas, Mar del Plata (2005), Entel vuelve, Rosario (2006).

 

(*) El término guerrilla de la comunicación hace referencia tanto a las formas no-convencionales de comunicación como a la intervención en procesos convencionales de comunicación. Incluye un conjunto de prácticas de subversión política que buscan visibilizar las relaciones sociales de dominio de las sociedades capitalistas contemporáneas. Se analiza la normalización de estas relaciones de dominio a nivel de los discursos sociales y de las formas de Gramática Cultural y se formulan propuestas de cómo cuestionarlas. Así pues, la forma de acción de las guerrillas de la comunicación pretende socavar la normalidad y supuesta naturalidad de estas relaciones sociales de dominio abriendo, temporalmente, nuevos espacios liberados y de cuestionamiento hacia ellas.

(1) Grupo integrado por Caiazza, Fabricio; Orellana, Franco; Martino, Inne; Kosenitzky, Iván; García Alfaro, Javier; Torres, Melina y Seminara, Paula.