Sede Macro
Del 16.10.08 al 02.03.09

Nocturno

Schufer, Diana

Instalación sonora que ofrece una experiencia altamente sensorial: decenas de voces de seres sin rostro desgranan la intimidad de sus confesiones en la oscuridad de la sala.

Es de noche en la ciudad, y el azul del firmamento porteño invade la sala de un museo acompañando con su tenue penumbra una sinfonía de voces.

Nocturno, la instalación que Diana Schufer presenta en el Centro Cultural Recoleta, ofrece una experiencia altamente sensorial: decenas de voces de seres sin rostro desgranan la intimidad de sus confesiones en la oscuridad de la sala. Los testimonios de personas anónimas habitan el entorno inmediato como ecos de nuestra memoria, o se transmutan en llaves para abrir puertas a lo desconocido.

Conceptualmente, la obra de Schufer tiene como eje su experiencia de terapeuta: las constantes confesiones de hombres y mujeres que desvelan su intimidad en la atmósfera contenida del consultorio configuran la matriz de su trabajo. Será por eso que emplea en su obra artística el formato simple de la entrevista para obtener relatos íntimos de sus interlocutores, pero en este caso las confesiones no persiguen la sanación, sino simplemente el formar parte de un tejido sonoro con gran poder evocativo.

Con esos relatos, Diana - como Penélope - teje una malla de historias sin final que abriga en su propio seno la esperanza de una posible llegada a un destino-puerto, o de la partida de una lejana tierra exótica: la de nuestra perpejlidad ante la intimidad del amor y el desamor.  Los relatos, intensamente personales, nos llegan desde varios puntos de la sala como estrellas fugaces que aparecen en el firmamento: ecos del pensamiento, cantos de corazones anhelantes se desatan alrededor y nos convierten en testigos - o tal vez en voyeurs?
Nocturno nos hace sonreír o nos desconcierta: buscamos la intimidad del amor y al mismo tiempo nos soltamos de su mano, como niños enloquecidos corriendo detrás de un juguete rabioso.

Desde sus inicios, el trabajo de Schufer gira alrededor de dos temas fundamentales que se ubican en el epicentro de las relaciones humanas: amor e intimidad sexual. Para presentar esos relatos grabados crea espacios oscurecidos que convierten al sonido en protagonista. De esta manera, los susurros sostienen nuestra atención con persistente sutileza invitándonos a acercarnos más, a buscar un contacto con el testimonio, para tal vez descubrir algo de nosotros mismos sin otro estimulo que el aural.

Al brindarnos la intimidad de sus secretos ajenos, Diana Schufer nos permite penetrar los misterios del amor para maravillarnos una y otra vez ante la manera en que éste constantemente nos tranforma y estimula a seguir adelante, como si fuese un faro que alumbra nuestro navegar nocturno.

Gabriela Salgado
Curadora independiente
Londres, Inglaterra
Julio 2007

 

Sonido: Julián Bocian
Iluminación: Pablo Pizarro