Colección Castagnino+macro

 

Grupo Escombros

El Grupo Escombros se forma en 1988, a partir de las inquietudes de un conjunto de artistas dispuestos a cuestionar la situación social, política y económica del país bajo la lógica del arte comprometido. Desde entonces, sus integrantes se autodenominan artistas de lo que queda, desarrollando una serie de manifestaciones post-dictatoriales en las que despliegan su postura crítica frente al pasado y el presente.

El grupo nace en La Plata, ciudad donde se expresa y manifiesta a través de instalaciones, manifiestos, murales, objetos, afiches, poemas, grabados, charlas, poemas visuales, grafittis, tarjetas postales, net art y arte correo. Permanentemente usa técnicas mixtas y toma como soporte la calle. Por ende, casi todas sus obras son desarrolladas al aire libre, ya sea en una plaza, en una fábrica abandonada o en un arroyo urbano. Espacios que al grupo le resultan propicios para denunciar la realidad de Argentina y América Latina.

Sus primeras presentaciones en lugares públicos fueron en 1988, concretadas con las muestras Pancartas I y Pancartas II. La primera se hizo debajo de la autopista del Paseo Colón y Cochabamba, en el barrio de San Telmo, Buenos Aires. Y la segunda, en una cantera abandonada en la localidad de Hernández, cerca de La Plata.

La donación de esta agrupación al Museo Castagnino+macro consta de esta serie de objetos y manifiestos que formaron parte de las presentaciones públicas de la primera faceta de producción del grupo. En ese momento los integrantes eran Horacio D’Alessandro, David Edward, Luis Pazos, Héctor Puppo y Juan Carlos Romero. Son piezas que operan como registros visuales de esas obras efímeras que Escombros fue proponiendo en el marco de sus preocupaciones con relación a lo social, la ecología y la política.

 

Dos paradigmas del Conceptualismo en la Colección Castagnino+macro

Juan Carlos Romero y Horacio Zabala son referentes de ciertas prácticas que en los años 70 postularon en Argentina el desplazamiento del objeto artístico para investigar los procesos de producción, circulación y consumo y cuestionar el estatuto de la obra de arte. Con distintas modalidades, sus propuestas ponen en escena la manifestación del conceptualismo en el arte argentino.

Ambos formaron parte del Grupo de los Trece, creado en 1971 con el patrocinio del Centro de Arte y Comunicación (CAYC). El grupo fue identificado como “un equipo interdisciplinario de artistas visuales que practicaban una versión regional del arte conceptual. Un tipo de arte que hablaba de los sistemas políticos y sociales del contexto latinoamericano a partir de ciertos modelos aportados por las ciencias, en el caso de Zabala, la arquitectura y su metodología proyectual. Un arte de procesos más que de objetos, lo definía Jorge Glusberg, un arte de sistemas”. (*)


En esta ocasión, reunimos las obras de la colección pertenecientes a estos artistas que, fechadas entre 1973 y 2007, nos permiten visualizar distintas vertientes de un arte que, además de poner el acento en las ideas, reflexiona sobre sus propios datos e incursiona sobre la relación entre arte y sociedad.

 

(*) María José Herrera, “Este papel es una cárcel, un gesto fecundo”, en: Horacio Zabala. Anteproyectos (1972- 1978), Buenos Aires, Editorial Fundación Alon, 2007, p. 10.