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Del 22.03.12 al 19.06.12

Residencia en el mundo - San Javier 2011

Foto de sala
Foto de sala

Residencia San Javier

Esta residencia se desarrolló en la ciudad de San Javier, Provincia de Santa Fe, durante quince días. Las artistas Natalia Lipovetzky y Liv Schulman vivieron en una cabaña junto al río, tomándose este tiempo como un recorte de concentración en la producción.

La omnipresencia de la naturaleza y la fuerza de la siesta generaron un replegamiento al trabajo en solitario.

Museo Castagnino+macro
Departamento AA (CEC)
Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe

Residencia en el mundo / Residencia Internacional – Rosario/Colombia 2011

El artista Julián Santana y el curador Santiago Rueda Fajardo, ambos colombianos, apenas se conocían. Estuvieron residiendo en Rosario durante un mes y medio, logrando influenciar uno la producción del otro.

Incansables, en este tiempo realizaron todo tipo de actividades: presentaciones de sus trabajos, recorridos por la ciudad, visitas a talleres de artistas, entre muchas otras, deviniendo en material constitutivo de muchos de sus proyectos.

Museo Castagnino+macro
DepartamentoAA (CEC)
Idartes

Santiago Rueda Fajardo

Trabajar en Rosario en los meses de noviembre y diciembre fue una experiencia desbordante. Más que un residente fui un visitante con el tiempo justo para conocer artistas rosarinos y, además, para ver el cambio de estación y recibir el verano. De los breves encuentros con los artistas que viven en esta ciudad surge un proyecto, Allí Allá, realizado en Plataforma Bogotá en febrero de 2012. Cumplir esta residencia curatorial en compañía del artista residente Julián Santana, resultó en un intercambio inédito donde cada uno permeó el trabajo del otro. Quedan también otros proyectos por realizar, algunos imaginados, otros ya definidos y otros por imaginar.

Julián Santana

El “aprovechamiento” de un proyecto de residencia artística como el que hice parte del año anterior en Rosario, está enmarcado, como en cualquier otra cita a ciegas, en la sospecha del otro, el residente y su anfitrión, y luego en la consecuente empatía “in situ” resultante de esta corta relación.

Si consideramos “novedades” en el proceso de residencia, pienso que estuvieron ligadas directamente a la serie de actividades planeadas para conocer los artistas de Rosario, una intensiva serie de visitas a talleres que estuvieron enriqueciendo mis intereses y dándome mucho más valor contextual del que podría asumir simplemente en una especie de “solitaria cotidianeidad de producción artística”. Particularmente este proceso estuvo ligado a los paralelos y también cercanos proyectos curatoriales llevados a cabo por Santiago Rueda durante su tiempo de residencia.

Liv Schulman

Creo que yo misma trato de ser una artista móvil  e intento que mi obra se encuentre al límite de los más bajos recursos espaciales para poder viajar ligera.

La residencia se convirtió en un momento ideal de encuentro en lo desconocido de un lugar, traté de mirar e investigar a través de su naturaleza litoraleña, del río y del contacto con la gente. A raíz de esta experiencia de observación empezó a surgir la idea de contar la historia de un elemento ausente a través de la experiencia subjetiva de la naturaleza; me parecía que el río tenía la capacidad de hacer que las cosas circulen pero que a la vez se queden subyacentes en su fondo.

Natalia Lipovetzky

En un momento de tolerancia cero hacia los otros humanos. Pienso en un viaje, lejos y sola, leo la convocatoria y aplico: una residencia, para 2 artistas, a orillas del río, una cabaña para cada una, en un pueblo donde no pasa nada, aparentemente, y la naturaleza se impone. Como contracara, mi casa, en Tucumán, a una cuadra de una villa lo suficientemente peligrosa como para no estar nunca relajado. Cuando me avisaron que estaba seleccionada la felicidad me invadió. Cuando llegué a San Javier quedé mentalmente golpeada, el río era totalmente ajeno a mi entorno diario. Mi cabeza hizo clic y se abrieron todas las puertas…