macro
07.03.24

Relatos curatoriales N° 1: Guillermina Mongan

Acercarse a una imagen es tal vez una lectura en voz alta

Jueves 7 de marzo 2024, 18 horas, Museo de arte contemporáneo de Rosario

Este jueves 7 de marzo a las 18 horas, el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario invita al primer episodio de Relatos Curatoriales, un programa que pone en un lugar central la construcción de una mirada múltiple sobre la colección del museo y sus exposiciones. Guillermina Mongan —historiadora del arte, investigadora, curadora y artista— es la primera invitada a producir un Relato curatorial, abierto al público general.

En la actividad Mongan hará el recorrido del 76º Salón Nacional de Rosario y vinculará las obras de los cinco primeros pisos del museo con textos de su biblioteca. Este proceso implica la inmersión en cada obra y la lectura en voz alta junto a los visitantes del museo. 

 

 

______

 

Relatos curatoriales 

Una colección –una exposición también– se sostiene en su posibilidad plural: saber que un conjunto de obras dispuestas en un espacio que las alberga no es una muestra, tampoco una colección.

La colección, la exposición emerge en la mirada que la construye (mirada múltiple) y, por lo tanto, su misma posibilidad de existencia está constitutivamente ligada a su pluralidad: una colección es –desde el vamos– muchas, así como una exposición es –desde el momento mismo de su montaje– tantas como relatos posibilite. Relatos curatoriales deviene, entonces, la invitación (a profesionales del campo, pero también a personas o colectivos que quieran sumarse) a producir otras colecciones, otras muestras (sin necesidad de mover un objeto) a partir del diferencial de la mirada.

Roberto Echen
Director artístico

 

 

Acercarse a una imagen es tal vez una lectura en voz alta

 

El disparador

Hace un tiempo leí que hay un auge de obras de teatro que eligen trabajar con textos provenientes de la literatura contemporánea: Rabia, La débil mental, Precoz, Matate amor, Beya, El corazón del daño, El viento que arrasa, Testosterona, entre otros. Recientemente leí una nota publicada en un diario nacional en la cual se les preguntó a distintxs dramaturgxs y directorxs de teatro cómo abordaban dicha relación o qué pensaban particularmente sobre este “boom”. 

Si bien los comentarios estaban vinculados al binomio teatro-literatura pienso que esos cruces, usos, vínculos se dan en todas las artes y que cada una de ellas tiene sus operatorias para hacerlo. En la lectura de la nota no me detengo a pensar en  la fidelidad o no a los textos literarios -es sabido que la dramaturgia tiene ese espacio para producir sentido entre escritura y teatralidad-, pero sí me motiva pensar en cómo fueron abordados, es decir, cuáles fueron sus procedimientos y analizarlos en su dimensión poética ¿Se utilizarán como atmósferas?¿Como citas indirectas y directas?¿Como una gran didascalia? Sin entrar necesariamente en los detalles de cada una de las obras de teatro citadas, ni profundizar en el concepto de transposición en su doble proceso de descontextualización y recontextualización, me interesa traer algo de lo que motorizó la lectura de dicha nota:  pensar posibles abordajes a las producciones visuales del Salón a partir del vínculo con la literatura o mejor aún, con un universo particular de libros. Propongo así, crear un método para trazar relaciones entre imágenes y textos a modo de un diagrama mental (visual- literario) habitado por reverberancias, ecos lejanos y caprichos.

 

El procedimiento

Ante la invitación a abrir el ciclo Relatos curatoriales elegí trabajar con todas las obras seleccionadas para el 76º Salón Nacional de Rosario (menos el Gabinete) junto a una gran cantidad de textos provenientes de mi biblioteca personal y los que he decidido incorporar a ella a partir de los textos que lxs propixs artistas del Salón citan en sus producciones. Produje -más bien produjimos- un procedimiento de acercamiento a las obras, lo llamé “acercamiento de lectura en voz alta”, el hincapié en la voz alta viene resonando no sólo desde la nota leída sino también en la inquietud sobre cómo el cuerpo entra en escena, cómo es su performatividad cuando se lee para otrxs. 

El procedimiento comienza con la primer acción de inmersión lenta en cada uno de los trabajos distribuidos en los pisos del macro, luego leo los textos que lxs artistas escribieron sobre las obras expuestas (el famoso y por momentos odiado concepto de la obra) y a partir de estas dos tareas recorro los libros que se encuentran dispersos entre la casa y el estudio donde elijo detener el tiempo cada día. Como si leyera mi biblioteca de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, busco la relación con cada una de las imágenes hasta quedar con un libro en la mano. Una vez elegido busco entre sus páginas las que imagino pueden ser, en principio, leídas en voz alta en la sala del museo, o por qué no libros enteros frente al río, luego de haber visitado cada piso. Un libro para cada obra, un tiempo para acercarse, muchas voces para un Salón.

 

El motivo

Acercarse a una imagen es tal vez una lectura en voz alta es una invitación a compartir un procedimiento, es un modo de acercamiento a las imágenes y un modo de construir de manera plural relatos en torno a las producciones del 76º Salón Nacional de Rosario. Leer en voz alta es inventarse un cuerpo para ser escuchado. Con este procedimiento, caprichoso e impreciso las obras se transforman en motivos para no dejar de hablar nunca de ellas. 

 

Guille Mongan
La Plata, marzo del 2024